Las lanas minerales son el aislante que cumple con la triple condición de aislamiento térmico, acústico y de protección contra el fuego.

De modo que incorporan las características técnicas más demandadas en la sociedad actual, como la preocupación creciente por la conservación del medioambiente para mejorar la calidad de vida y la seguridad de las personas.

En nuestra época la eficiencia energética en edificios es un deber incuestionable para conservar el medio ambiente reduciendo las emisiones de gases; para obtener confort térmico y combatir la pobreza energética; para reducir la factura energética de los hogares; y para disminuir la dependencia energética del país, así como la deuda externa que genera.

En definitiva, la eficiencia energética es calidad de vida.

Todos los sectores, incluido el de la edificación, deben contribuir a lograr un uso más eficiente de la energía, tanto en obra nueva como en rehabilitación, persiguiendo el estándar de Edificios de Energía Casi Nula (EECN). En ambos casos, el aislamiento de la envolvente puede conseguir una reducción del consumo energético entre el 50% y el 80%.

Todas las legislaciones y acuerdos nacionales e internacionales contra el cambio climático impulsan la eficiencia energética (Kioto, París, Directiva Europea de Eficiencia Energética, Proyecto Ley de Transición Ecológica)…

Las lanas minerales son un eficaz aislante térmico. El más usado en la UE, con normas térmicas más exigentes que la española. Proporcionan, además, aislamiento acústico y refuerzan la seguridad pasiva contra incendios.

La Convención de Estocolmo (1972) reconoció que el ruido es uno de los agentes contaminantes más agresivos, tanto en las ciudades como en la industria.

El ruido reduce la calidad de vida y vulnera el derecho a la intimidad personal y familiar. Es un problema creciente en las grandes ciudades con repercusiones civiles y penales. Produce alteraciones de la audición y extrauditivas, como las que afectan al aparato cardiovascular, al respiratorio y al digestivo. Tiene efectos psicológicos como la irritabilidad y la depresión por falta de sueño (el ser humano no puede descansar con ruido por encima de los 35 decibelios) y aumenta el número de fármacos consumidos.

Según la encuesta sobre Condiciones de Vida del INE, el ruido de los vecinos o la calle es el principal problema para el 15,9 % de los hogares.  Siete CCAA, entre ellas, Baleares, Canarias, Madrid y Comunidad Valenciana, superan la media hasta niveles del 28%.

El 67 % de los ciudadanos de Madrid y Barcelona consideran que el nivel de ruido es alto (Eurobarómetro de 2013), porcentaje solo superado por Estambul (68 %) y Bucarest (72 %).

El aislamiento acústico mejora la calidad de vida. Las lanas minerales están reconocidas internacionalmente como aislante acústico, posibilitando reducciones de ruido de hasta 70 decibelios.

El sector de las lanas minerales, siguiendo los procedimientos técnicos normalizados de la UE, ha realizado los oportunos estudios para comprobar el impacto ambiental de sus industrias y productos, que ofrecen, entre otras, las siguientes conclusiones:

  • Aportan información polivalente sobre las características ambientales de los productos aislantes, ya que el medioambiente tiene carácter multifacético.
  • La declaración ambiental proporciona información transparente y fiable al mercado.
  • Los resultados demuestran que la fabricación y uso de las lanas minerales tienen un impacto negativo según el Análisis del Ciclo de Vida; por tanto, una vez considerados los impactos debidos al uso como aislantes, el impacto resultante en todos y cada uno de los indicadores es beneficioso para el medioambiente.

Las lanas minerales, por su naturaleza inorgánica, son incombustibles y al entrar en contacto con el fuego no generan gases ni humos asfixiantes o tóxicos, aumentando la protección de personas y bienes y facilitando la evacuación de los ocupantes de un edificio.

Presentan un alto grado de resistencia al paso del calor, incluso a elevadas temperaturas, formando una barrera que protege los elementos constructivos, disminuyendo los riesgos de incendios y contribuyendo a la seguridad pasiva de la edificación aumentando la protección de personas y bienes.

Por otro lado, la velocidad de propagación de un incendio depende de la cantidad de material combustible presente, de ahí la importancia de contar con materiales aislantes adecuados que incrementen la seguridad.

Por eso la elección de un buen aislante es fundamental, ya que está presente en un gran número de lugares de obra en cantidades elevadas. Cada material aislante tiene una reacción al fuego diferente en cuanto a liberación de energía, emisiones de humo o formación de gotas, y es una información obligatoria en la etiqueta del Marcado CE de cada producto.

Las lanas minerales son materiales aislantes incombustibles que protegen a las personas y bienes.

Todos los productos de la lana mineral fabricados por los asociados de AFELMA son saludables y seguros y han demostrado su inocuidad. Disponen del certificado de EUCEB, organismo europeo independiente que garantiza, de acuerdo con la legislación europea de salud y seguridad, que sus productos son biosolubles.

En 2001 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) clasificó las lanas minerales en el grupo 3: sustancias que no pueden ser clasificadas como cancerígenas para el hombre, después de la investigación científica internacional que instituciones independientes desarrollaron desde el año 1970 al 2000.

AFELMA vela por el prestigio de sus asociados y sus productos porque se fabrican con criterios científicos y establecidos reglamentariamente con independencia de la industria.

Por sus empleados, clientes, instaladores y usuarios de los recintos, edificios e instalaciones aislados con lanas minerales, nuestros asociados prestan la máxima atención a la seguridad e inocuidad de los productos que fabrican.

Así demuestran la responsabilidad de AFELMA y sus asociados, y su compromiso con el mercado, garantizando el prestigio y la excelente imagen de sus productos de lana mineral.

Por eso, AFELMA adopta las iniciativas que considera necesarias en defensa de los esfuerzos de transparencia y para respaldar la imagen de los productos de sus asociados. Es decir, defenderá la buena reputación de los productos de lanas minerales que representa.

Las prestaciones de las lanas minerales no se degradan con el tiempo porque su materia prima es la arena y la roca.

EURIMA, la Asociación Europea de Fabricantes de Aislamiento, ha evaluado, a nivel europeo, el comportamiento de la lana mineral instalada en una variedad de aplicaciones y edificios hace más de 20 años.

Las mediciones de la conductividad térmica mostraron que el comportamiento de los productos tras un largo período de utilización es incluso mejor que los valores originales declarados.

Además, las propiedades mecánicas de los materiales ofrecieron resultados adecuados y no hubo problemas con la integridad estructural del sistema.

Los resultados indican que la lana mineral proporciona la alta durabilidad esperada. Las propiedades térmicas no dan síntomas de empeoramiento por el envejecimiento.

En conclusión, el comportamiento térmico de la lana mineral no se degrada con el tiempo y las construcciones cumplieron el comportamiento esperado incluso tras 50 años de vida del edificio, siempre que la instalación se realice según las instrucciones del fabricante.

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